domingo, 22 de febrero de 2009

SALVADOR SORIA

EL SECRETO LENGUAJE DE LA CREACIÓN DE SALVADOR SORIA

La comunicación secreta de los espacios

La lectura de un libro siempre te deja una huella. Un concierto, una película, una obra de teatro, hace más humana la vida y eleva nuestra condición. El arte, en definitiva, como expresión superior del ingenio humano, nos humaniza y perfecciona.En este mismo sentido, las obras del pintor Salvador Soria, (Valencia, 1915) tal vez por diferentes y propositivas, tienen una gracia, una secreta armonía que, sin duda, son fruto de un espíritu acucioso, dedicado. Su técnica mixta –pintura, hierro, madera- le permite lograr texturas, formas y colores que a mí me resultaron placenteros y a la vez cuestionantes.

Hay en las obras de Soria un equilibro que serena, una secreta palabra que amaga en los resquicios de luz o en los recodos desgarrados de sus diferentes escenas pictóricas. La unidad temática y la armonía del conjunto de sus obras conquistan al espectador. El tono, el color, es discreto, mate.

Hay en Soria, más allá de lo meramente visible del cuadro, un lenguaje nada convencional. Quiero decir que el artista comunica su visión del mundo y de la vida con un lenguaje abstracto. Tal vez sea más exacto hablar de "metalenguaje" pictórico. Sus obras te dicen, te atrapan, pero tú no puedes más que decir me habla, oigo su palabra en un idioma que no puedo interpretar. Tal vez la única manera de entender la cosmoestética de Soria sea precisamente, callando ante la obra. Porque, en verdad, estamos tan cargados de encasillamientos que nos cuesta aceptar que es posible un espacio donde sólo cabe la imaginación.

La obra artística de Soria es una y distinta. Esto es, hay unidad en la diversidad. Hay un Big Bang de inspiración que desencadena en una multiplicidad de figuraciones, de significados, –esto es para mí lo más interesante- que evocan extrañas facetas de su ingenio. Las obras de Soria apuntan a límites inacabados, a biertos , a un universo silencioso que se expande en la visión que las contempla. Esto vale para sus cuadros como para sus esculturas –otra faceta complementaria de su genio creador. Esos límites los pone la imaginación del espectador, pero jamás el artista.

Insisto, las obras de Soria me han conquistado por la "plurisignificatividad" -no siempre explicables ni conceptualizables- de formas, corores y texturas, por la manera con que ha querido expresar el sentido de los espacios. Pienso que el artista ha querido comunicar las fuerzas extrañas de un mundo real, verdadero: el suyo, el que él ha visto en su imaginación, y, por ende, el que él ha creado. Esta misma percepción la he captado -sólo que en poesía- en el poeta colombiano Giovanni Quessep de quien he escrito algo en este mismo espacio.

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Localización tierra natal, República Dominicana