miércoles, 30 de septiembre de 2009

BLANCA VARELA, poeta peruana.

BLANCA VARELA, poeta peruana. "Donde todo termina abre las alas". Poesía Reunida, Círculo de Lectores, 2001. En mi opinión, después de Sor Juana Inés de la Cruz, México, Gabriela Mistral, Chile, Dulce María Loynez, Cuba va el nombre de Blanca Varela. No es una opinión precipidada. Conociendo a las tres primeras y conociendo la obra de Blanca Varela, no cabe duda de que la altura de ésta es incuestionable. Blanca Varela va más allá de los límites comunes. Poeta rebelde, al menos cierto tramo de su obra poética, pero con una lira siempre afinada, sonora y seductora. Me quedo con las obras "Ese puerto existe", "Luz de día" y sobre todo con "El libro del barro". Con Blanca Varela se confirma el hecho de que las estrellas tienen luz propia.

ANTONIO GAMONEDA, poeta español.

ANTONIO GAMONEDA, poeta español. Esta Luz, Poesía Reunida, 2004. Círculo de Lectores. Cincuenta años de su poesía dan toda una panorámica de su cosmovisión y de su pensamiento. Su poesía está cerca de la realidad social e histórica. Su poesía sublima el dolor social. La poética de A.G. es diáfana, humana, casi discursiva. Dolor, luz, palabra, desesperanza tejen su discurso poético. "Descripción de la mentira" y "Lápidas" me imantaron fuertemente. El experimentalismo de "Plinio, Diocórides y otros" me parecen una genial inventiva que deslumbra sin dejarte ningunca emoción.

viernes, 18 de septiembre de 2009

HENRY M. SANTOS LORA: "Memoria de la tarde"

Memoria de la tarde”, del poeta Henry M. Santos Lora, estremece por su hondura. En ella vamos a hallar versos de incuestionable belleza conceptual y artística. La palabra poética, finamente trabajada por el autor, alcanza niveles que, como verá el lector, confirman que estamos en el territorio de la lírica universal.

El poeta busca un asidero, la fuente originaria de lo Absoluto. Sus pensamientos como «arañas trepan sobre los puentes paralelos / del relámpago». Auscultar el misterio es una tarea ardua en la que te puedes hallar con «voces de incineradas raíces».

Todo el empeño de este bardo de La Vega –que ha tomado muy en serio la lira de Orfeo para expresar sus más profundos deseos e inquietudes artísticas-, queda cifrado en la necesidad superior de alcanzar la paz del espíritu, oculta en los silencios y perdida en los «agrietados días de la vida».

La atmósfera urbana está de telón de fondo en esta obra maestra y cuidada del aeda vegano. Asimismo, la inconsistencia de las cosas, de la vida misma, de los lugares que nos habitan, ribetean “Memoria de la tarde”, como si resonaran al fondo los versos machadianos, “todo pasa y todo queda, / pero no nuestro es pasar”.

Memoria de la tarde” empalma con la gran tradición de la poesía trascendente y metafísica de la República Dominicana, abanderada fundamentalmente por Manuel del Cabral y Franklin Mieses Burgos; y que ha tenido continuidad sólida en el Interiorismo.

La Vega, y por ende, la República Dominicana, tiene en Henry M. Santos Lora a un orfebre de la palabra, sensible e intuitivo, que rastrea la memoria, la imaginación, tras la imagen cautivadora y sugerente. En suma, nuestro poeta canta lo que no puede callar el silencio. “Memoria de la tarde”, como primicia, nace con vida y esta es su hora.

jueves, 10 de septiembre de 2009

RAMÓN EMILIO REYES: "Grandes textos de la literatura" vol. 1

El escritor y académico, Ramón Emilio Reyes, me ha entregado el libro de ensayos "Grandes textos de la literatura", Editora Nani, Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2003. Aunque es una obra con unos años de publicada la he leído como alumno, es decir, como aquel lector que busca claves, nuevas perspectivas.

El texto en cuestión tiene una vigencia tal que debería ser referencia obligada para catedráticos, ensayistas y escritores. "Grandes textos de la literatura" nos muestra a un autor ponderado, crítico, analista, culto y diestro en su oficio.

Ramón Emilio Reyes rastrea las ideas, el pensamiento de los autores que analiza: "El autor reconoce los límites [dice al hablar de Freddy Gatón Arce] que le impiden transmitir por completo la intuición poética".

Agudeza, profundidad y dominio caracterizan el hacer crítico de nuestro ensayista literario quien, como el médico que aluza la lámina de rayos equis para examinar de cerca el estado del paciente, da su diagnóstico con acierto. La pluma de este escritor dominicano recorre los territorios de poetas como Avilés Blonda, Manuel del Cabral, Freddy Gatón Arce, Héctor Incháustegui, Franklin Mieses Burgos, Domingo Moreno Jimenes entre otros autores importantes.

Ramón Emilio Reyes no se reserva nada para sí. Sus conocimientos, su técnica de análisis leterario y su brillante comprensión de los textos desmenuzados hacen más grandes a los autores que analiza y más sabrosa la poesía que invita leer con otros ojos, con otros criterios y valoraciones.

"Grandes textos de la literatura" también alcanza a Huidobro y Neruda en un intento de llegar más lejos de lo insular. En verdad, los autores dominicanos que están incluidos en esta obra de Reyes, trascienden la geografía nacional, porque sus creaciones están cimentadas en la única y absoluta certeza del arte: la belleza, la musicalidad, las verdades que revelan sus autores ["La belleza está en la verdad", Keats; "Ningún hombre puede pensar, escribir o hablar con el corazón si no pretende verdad", W. Blake] en cada poema u pobra poética. Los estudios de Remón Emilio Reyes nos llevan al encuentro con lo grande, auténtico, de los poetas que su ojo crítico analiza.

En definitiva, yo suscribo estas palabras de Reyes: "La calidad de un gran poeta siempre ha dependido del grado en que se aleje, o con mayor elevación se acerque a los resortes más potentes que vitalizan la belleza expresiva".

martes, 8 de septiembre de 2009

FRANK BÁEZ: Postales

Brank Báez ha tenido una gran resonancia con su libro "Postales". Se le ha cuestionado el Premio Nacional de Poesía 2009 concesido en República Dominicana. El cuestionamiento viene porque su libro no es un libro lírico, como clásicamente se conoce la poesía pura. Y es verdad. "Postales" es "antipoesía".

En su libro hay realismo, crudeza, espontaneidad y, hasta una dosis de morbo por los hechos que enuncia en cada frase o postal.

"Postales" mantiene la unidad temática, que no lírica. Hay un foto-montaje de escenas construidas con palabras, palabras con sentido y sacadas de la vida y a menudo del realismo sucio. Hay, si se quiere, una armonía dodecafónica, poesía chirriante e incómoda. "Postales" se desarrolla a la manera letánica de principio a fin. Veamos unos ejemplos:

Postal 134
A Solange que fue por la Duarte buscando el médico chino para que le haga un aborto

Postal 147
A la rubia que escribía con pintalabios en los espejos de los moteles que tenía el Sida

Postal 168
Al motorista que se cayó en la rotonda de la Kennedy con Lincoln y se levantó haciendo marineros

Postal 194
A mi tío Tomás que fue una vez el doble de Sandro de América

Postal 199
A mi tía Iris que encontró una pintura que tiraron a la basura, lo lavó, le pasó un blower, lo llevó a tasar y le dijeron que valía más de cincuenta mil dólares.

En mi opinión, "Postales" es un libro experimental, rabiosamente antipoético. A mí me recuerda a los graffiteros de la Pompeya romana. Frases lacónicas, brillantes, certeras, humorísticas, satíricas y morbosas se leen en "Postales", pero también en las paredes de los barrios pompeyanos. Veamos algunos ejemplos, y no de los más picantes:

1. "Una cacerola de cobre ha sido sustraida de esta tienda. Quien la devuelva recibirá un premio de 65 sestercios. Si alguien entrega al ladrón sera recompensado."

2. “Celadus el Tracio hace suspirar a las chicas”

3. "Veinte parejas de gladiadores, provistos por Décimo Lucrecio Satrio Valente, sacerdote perpétuo de Nerón, hijo del Emperador, y diez parejas de gladiadores provistos por Décimo Lucrecio Valente su hijo, lucharán en Pompeya los días 8, 9, 10, 11, y 12 de Abril. Habrá una gran cacería. Emilio Celer escribió esto a la luz de la Luna."

4 "Haced a Lucio Cesernino duumviro quinquenal de Nuceria, os lo ruego: Es un buen hombre."

5. "Cuando me da la gana me siento en él"

lunes, 7 de septiembre de 2009

ROSA JULIA VARGAS: Crisantemos y Margaritas

Este libro de cuentos, "Crisantemos y Margaritas" de la escritora Rosa Julia Vargas, santiaguera, premiado con el primer lugar por el certamen literario "Por nuestro país primero", 2007, está escrito con desenfado.

Digo con desenfado porque Rosa Julia tiene la cualidad de escribir como habla, es decir, con el salero que caracteriza el léxito del cibaeño que disfruta de hablar y contar historias sin pelos en la lengua.

Cada cuento es un telar que va tirando de muchos hilos hasta que culmina, a la manera de una sinfonía, dejando en el lector una estela de asombro. Porque detrás de cada historia, al parecer, hay un ser humano que la originó. Las historias que cuenta Rosa Julia tienen que ver con la vida, el dolor y los lados sombríos de la existencia que fenece en la soledad y en el anonimato.

Rosa Julia puebla la atmósfera de sus cuentos con certeras referencias de artistas, escritores, obras clásicas, películas, etc. Pero sobre todo el territorio que mejor domina es la palabra, es decir, los modos propios del dominicano que con poco dice mucho. "El vigilante del edificio [...] dio un braguetazo y lo casaron el mismo año de la tragedia". "Con dos niños jodonísimos , la suerte es que ya están crecidos y no van mucho a fuñir ni a hacer reguero a esa casa". "A lo mejor creía que se estaba viendo con alguno y que la otra era maipiola". "El run-run se inició entre los tígueres que se reunían de tarde en tarde en el parque".

"No fue mi Carlitos" es, tal vez, el cuento más logrado. Si no, el que más transmite al lector. La narradora compara a Carlitos con el chico de la película de Forrest Gump, dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Tom Hanks, año 1994. "Imagínese el lector -dice la autora- lo devastador que puede ser [la herida del amor] en quien viene de fábrica con más instinto que razón". La clave del cuento gira en torno al "exceso de hormona y la escasez de juicio" de Carlitos, quien descubre el "grito urgente de testosterona".

Posiblemente el camino literario de Rosa Julia esté signado por la cuentística. Este primer libro de cuentos es un claro anuncio de que podemos esperar, y no por mucho tiempo, que nos vuelva a entrener con sus cuentos sin cuento.


Localización tierra natal, República Dominicana