Casa de América, Barcelona, 2 de junio
de 2016.
Por
Fausto A. LEONARDO HENRIQUEZ
El
libro Las tumbas de los Trujillo
habla de muertes, cementerios y, por supuesto, de tumbas, pero no es un manual
sobre cementerios, tumbas y muertes. Es un estudio serio del lugar exacto donde
se encuentran los restos mortales del dictador Rafael Leonidas Trujillo y su
núcleo familiar. Cuatro aspectos he considerado oportunos para presentar este
ensayo histórico de Franklin Gutiérrez: el rigor científico, los rasgos
biográficos de los Trujillo, una historia para el cine y la memoria histórica.
1. El rigor científico de la
investigación. En este nuevo libro de Franklin
Gutiérrez hay un trabajo serio de búsqueda, captación y procesamiento de los
datos. Sin eso es imposible, salvo que se quiera hacer ficción, escribir una
obra de las características como la que esta noche presentamos aquí. En Las tumbas de los Trujillo se puede
constatar la exigencia del autor para no quedarse en la anécdota. Para mantener
el método de investigación científica y evitar la superficialidad consulta
bibliotecas, hemerotecas, archivos de Estado, pide la colaboración de colegas
de diferentes países y, por si fuera poco, acompaña su escritura con
testimonios fotográficos de personajes y escenarios inéditos, prácticamente
todos, hasta hoy. Con esta evidencia gráfica es imposible negar los hallazgos que
aporta el autor y, por tanto, el valor histórico de los datos de los que da fe
la obra.
Este libro enlaza
a España con la República Dominicana y aclara muchas incógnitas –aunque no las
aclara todas, porque tal vez no era este su propósito–, sobre el destino final
del dictador asesinado, Rafael Leonidas Trujillo, y sus familiares. Seguramente
muchos de los que estamos aquí desconocíamos las vicisitudes o peripecias que
hubo de pasar después de muerto el Dictador Trujillo hasta yacer, como bien
cuenta Franklin Gutiérrez, en el cementerio El
Pardo de Madrid. En esto radica, en mi opinión, la principal contribución
de este estudio histórico.
2. Cada lápida, una
biografía. El doctor y catedrático de The City University de New York tiene
una capacidad extraordinaria de poner de relieve solamente lo esencial de cada
miembro del linaje del dictador Rafael Leonidas Trujillo. En pocas líneas traza
el estilo de vida de cada uno de ellos, sus títulos, sus honores o sus
deshonras, sus acciones más sobresalientes, los destinos o países a los que marcharon
y, por supuesto, dónde yacen sus restos. Todo ello en base a la verdad histórica
constatable. Gutiérrez destaca en su ensayo las celotipias y litigios entre los
hijos del Dictador, generados por las fortunas extraídas a la República
Dominicana. España, Francia, Costa Rica, Panamá, Puerto Rico y Colombia son los
ámbitos de la vergüenza trujillista en el exterior. Sin perder la objetividad
de la investigación, el escritor e investigador Franklin Gutiérrez azota con el
látigo como un destello contra la férula, nepotismo y latrocinio cometidos por
los Trujillo. Las tumbas de los Trujillo abrirá
los ojos a los ávidos de conocimiento de la historia de la República Dominicana
del siglo XX. Este libro es fundamental, como mínimo, para descubrir lo que ha
sido la familia más despótica de la isla.
3. Una historia de cine. Como contrapunto de todo lo dicho hasta aquí sobre Las tumbas de los Trujillo querría decir
que una lectura diferente y atrevida podría ser la de leer este libro como el
guión de una película. Cada estampa o lápida esconde un rostro, un personaje
visual y gráfico. Es más, este libro en manos de cineasta osado y amigo de
grandes historias, o de un novelista con imaginación vargallosesca, haría, además de La
muerte del Chivo, una leyenda continuada de los Trujillo como la de los
Aureliano Buendía en Cien años de soledad
de García Márquez y le pondría un título atractivo como La
hoguera de las vanidades de Tom Wolf o, tal vez emplearía un título más poético
“La Muerte es dúctil Pretendiente”
para decirlo con la poeta Emily Dickinson.
4. La memoria histórica. La obra de Franklin Gutiérrez, Las tumbas de los Trujillo, tiene un valor añadido: el recordar al
mundo, pero sobre todo a los hijos de la tierra de Juan Pablo Duarte, verdadero
modelo de civismo y lealtad a la República Dominicana, que hubo un hombre, una
familia, Rafael Leonidas Trujillo, antítesis del ideal duartiano, que cabalgó en su orgullo, cegado por el poder, que
dominó con cetro de hierro; que hubo unos hijos y allegados que, amparados por
la sombra del poder que los cobijaba, medraron a gusto hasta hacer grandes
fortunas con el sudor de los hijos de Quisqueya. Eso no se olvida, no. Al
contrario, Las tumbas de los Trujillo es
un libro que revive la conciencia histórica de lo que hemos sido, somos y
seremos como país caribeño. Recordar el pasado es bueno, como hace este libro
de Franklin Gutiérrez, no para culpar o maldecir, sino para evitar repetir los
errores y equívocos en la conducción de un pueblo y construir un país con los
valores fundamentales de la justicia, la libertad, la verdad y la paz social.
Finalmente, voy a leer unos versos del poeta dominicano Manuel del Cabral, publicados
su obra Huéspedes secretos (1951). El poema se titula Los hombres no saben morirse, que podría
glosar, si se admite la comparación, las muertes de los Trujillo: Los hombres no saben morirse... / «Unos
mueren no queriendo la muerte; / otros la encuentran en un beso, pero sin
estatura… / otros saben que cuando cantan no le verán la cara. / Los hombres no
se mueren completos, no saben irse enteros… / Unos reparten en el viaje sus
retazos de muerte; otros dejan el odio para cuando vuelvan… / Otros se van
tocando el cuerpo / para saber si salen de la trampa… / Los hombres no saben
morirse… / Unos van dejando su yo sin comprenderlo; van dejando basura para
escoba esotérica; otros se vuelven hacia adentro del vacío… / Pero todos, con
el cadáver de su tiempo al hombro, / todos, todos son el Uno, el Uno que sólo
por amor vuelve a la tierra».
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DATOS
BIOGRÁFICOS DE FRANKLIN GUTIÉRREZ
República Dominicana, 1951.
Ensayista, investigador literario, narrador, poeta y educador. Licenciado en
Educación y Letras por la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Realizó
maestría y doctorado en literatura hispanoamericana y caribeña en The City University of New York, en la
cual ejerce como profesor de Lengua Española y Literatura Latinoamericana y
Caribeña, desde 1988. – 2000, Premio Nacional de Ensayo, otorgado por la
Secretaría de Estado Cultura de República Dominicana por su libro Enriquillo:
radiografía de un héroe galvaniano. – 2005, recibió el reconocimiento Orden de los Padres de la Patria: Duarte,
Sánchez y Mella, en el grado de Comendador, el más alto honor que concede
el Estado dominicano a los ciudadanos notables del país. – 2008, Premio
Personalidad Cultural, otorgado por el Ministerio de Cultura de Republica
Dominicana. Premio Educador Excelente
otorgado por la Universidad APEC y el Instituto de Estudios Dominicanos, de la
Universidad de la ciudad de New York. – 2009, La Feria Internacional del Libro
de Santo Domingo, designó con su nombre una calle de la Plaza de la Cultura. – 2011,
El Comisionado Dominicano de Cultura en los Estados Unidos le dedicó la V Feria
del Libro Dominicano en Nueva York.
PUBLICACIONES
Ha
publicado 20 libros, de todos ellos destacamos los siguientes:
1. Evas terrenales:
biobibliografías de 150 autoras dominicanas (2000)
2. Literatura dominicana en los
Estados Unidos. (Ensayo, 2001)
3. 33 historiadores dominicanos (biobibliografia, 2002).
4. Palabras de ida y vuelta (Ensayo, 2002),
5. Diccionario de la literatura
dominicana (2004),
6. El canal de la delicia (Novela, 2010),
7. Diasporando (Ensayo, 2011)
y
8. De Cementerios, Varones y
Tumbas (Ensayo, 2012),
9. Autores dominicanos de la
diáspora: apuntes bio-bibliográficos 1902-2012 (2014).
10. Las tumbas de los Trujillo
(2016)
Es
co-autor de las obras Enciclopedia Ilustrada de Republica Dominicana y Enciclopedia
del Español en los Estados Unidos.
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