miércoles, 21 de octubre de 2009

GUSTAVO CAMPOS: “Desde el hospicio”.

GUSTAVO CAMPOS: “Desde el hospicio”. Editorial Nangg y Nell, San Pedro Sula, Honduras, 2008. La primera ráfaga de virulencia que surte “Desde el hospicio” trae una fuerte dosis de los poetas “malditos” franceses: Baudelaire, Verlaine, Rimbaud. Esta afirmación se sostiene en el hecho de que el bardo se sitúa ante la vida y lo que acontece como un surfista que, aún sabiendo lo terrible de las olas, disfruta de todos los riesgos del mar, el de la muerte inclusive. Hay fieras que necesariamente devoran –“me alimento de poetas”, “Soy bestia: lanzo pecados”- a los de su especie para sobrevivir o, a la inversa, son devorados para alimentar a otras especies. Incluso los gusanos –“el animal muerto transpira voces”- necesitan de los muertos para, por lo menos, existir unos pocos días. Esta obra de Campos es un manifiesto de rebeldía, una declaración de la más cruda vivencia humana de dolor, soledad, rabia y sin sentido existencial o, si preferimos, de búsqueda de sentido. “Desde el hospicio” es un grito perverso de un artista dotado para decir lo que el mundo calla por vergüenza.

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Localización tierra natal, República Dominicana