José Ángel González Franco, Aritmética del desgaste. Barcelona, España, 1971. Esto no es
Berlín, Madrid, 2014. Pere Gimferrer apadrina a este poeta que se gana la vida
de abogado penalista. Más allá de este soporte el célebre poeta catalán, a
veces necesario para alzar vuelo, González Franco cumple su misión desde la
cima de un lenguaje al borde de la ráfaga. Aritmética
del desgaste alberga versos más racionales que emocionales, menos
expansivos y más reservados a la hora de mostrar la armazón de su interior. Eso
no quita la asombrosa síntesis de sus composiciones y la perfección del uso de
las palabras. Al leer su obra se tiene la corazonada de que está dotado para
legar una obra de gran calibre, pero tendrá que bajar al terreno de la vida
para explotar todo su potencial. González Franco caza destellos poéticos como
“y no bailas descalzo sobre la brasa de tus palabras”, “la seriedad de las
abejas”, “luz huele a primavera”, “oscuridad muda”, “la congoja de un agujero”.
La belleza de su poesía reside en la forma, ahí es donde el “aire se esconde
entre las cortinas”. Queda la certeza de que Aritmética del desgaste es un preludio, un suma y sigue de su genio
creador.
Mi gato
Hace 1 año
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